Los amores de Alicia. Cap 17.
Mi demonio
Hay un margen de error en este juego
La gravedad geográfica de la vida siempre me atrajo a él. En tres años de conocernos nos despedimos unas cinco veces pero nunca estuvimos lo suficientemente lejos. Las buenas intenciones no nos rigen, nuestros demonios sí. Y yo quería a ese demonio dentro de mí por eso le pedí que trajera una botella de vino y ahí estaba, en la puerta de mi casa con esa sonrisa cachosa.
Con las copas en la mano entramos a mi cuarto, sospecho que supo que lo había ordenado de forma en la que tuviéramos espacio para nuestro infierno.
Media botella después le bajé el pantalón y empecé a comérmelo, él me dirigía, primero despacio con mi lengua haciendo círculos, bajando, doblegándome a comer de él. Dejó de sujetarme para solo empujar su pelvis hacia mí hasta tocar el fondo. Mi demonio es adulador así que cuando sacó el celular y empezó a filmar no hice preguntas.
Nos sacamos las ropas y me puso contra la pared, perdí el aire con el primer empujón, ése era su mejor don. Sentía todo de él al entrar y salir porque sus dedos hacían un movimiento circular en mí, yo solo me apoyé y gemí, no podía hacer más que aguantar el querer venirme.
Hizo una pausa y lo besé, mientras agitaba mi mano en él de puro morbo. Mi boca volvió a su lugar favorito por las ansias, necesitaba comérmelo, comérmelo todo de a poquitos. Me merecía.
Más calientes que antes usamos el mueble, yo de espaldas a él moviéndome en círculos, saltando, sintiendo todo arder. Sus manos subieron a mi cuello y susurró:
- Me voy a venir rico en ese culito
Lo hicimos despacio, con mucho amor hasta que se olvidó de las delicadezas y me poseyó.
Mi demonio y yo llegamos al paraíso dentro de mí.
Nos vestimos teniendo aún la respiración agitada y firmamos con sudor que nos daríamos un tiempo, pero no duró, Mi demonio es falso, nos volvimos a buscar días después.
Hay un margen de error en este juego, mi demonio lo sabe y en castigo seguiré siendo la razón por la que se masturba.
*Nombre cambiado para proteger al verdadero inocente.