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Los amores de Alicia. Cap 13.

Rita

Amores pendientes

-Alicia

Publicado: 2017-02-01
Amores pendientes, tal vez no es el año, por ahí no es en esta vida, por ahí no es la manera… 

Suspiro con solo recordarla, pero solo al recodarla, porque cuando veo una foto suya o un comentario en mi Facebook no me pasa eso, los ignoro y ya. Me alegro que le vaya bien en la vida y celebro sus logros en silencio o con inbox.

Coincidíamos en fiestas, siempre los viernes, siempre ella tan guapa. Estábamos en una reunión de como veinte personas, todas bailando (o intentándolo) por el alcohol. Ella y su amiga tomaron mi mano, me jalaron hacia el baño y entramos, su amiga cerró la puerta al salir y, de pronto, la chica más guapa de toda la fiesta estaba a solas conmigo en el baño y yo estaba muy confundida. Ella tenía el control absoluto de todo, me arrinconó y comenzó a besarme, me besaba con esos labios por los que casi me vengo con solo escucharla gemir, mis manos se perdieron en su hermoso trasero mientras ella desabotonaba mi blusa para tocar mis senos. Todo pasó en menos de dos minutos y salimos. Cuando volví a buscarla con la mirada, ella ya se había ido así que hice lo mismo. Nada de lo que podría suceder en esa fiesta iba a superarla.

Nunca la invité a salir, a comer un helado, tampoco la acompañé a su casa y menos la invité a la mía.

Todos nuestros encuentros tenían el mismo escenario y luego desaparecía. Me acostumbré a eso, esperaba que pasara, deseaba que sucediera, deseaba poder tocar más de ella, de meter mi cara y mi lengua por todo su cuerpo. Supongo que ella no estaba preparada para aceptar lo que era y no la culpo, tendría tantas cosas en contra: la iglesia, la moda, la familia, la estética, los viejos ideales, otras mujeres, etc.

La última vez que la vi me pidió que la acompañara al baño, lo hice sin segundas intenciones porque pensé que después de tanto tiempo ella se habría encontrado y pasado página, pero mientras avanzábamos entre la multitud, tomó mi mano y en vez de usarla para no perderse, la terminó usándola para tocarse. 

Cuando llegamos a la cola, la metió debajo de su vestido blanco y todo lo relacionado a ella volvió. La llevé hacia un rincón, ya había esperado lo suficiente.

La besé de la forma más apasionada que recuerdo, cogí sus senos, los apachurré, metí mi mano debajo del vestido y saqué su ropa interior para volver a tocar ese delicioso trasero, me arrodillé, levanté una de sus piernas y comencé a besarla mientras la apretaba con las manos, llegué a su interior y la bese y chupé y lamí, no puedo precisar qué me excitaba más, si haberla probado al fin o lo deliciosa que era. Recuerdo sus suspiros y lo tibiamente mojada que estaba. Su cuerpo era perfecto, rosado, el olor podría enamorar a cualquiera. Yo no paraba. Necesitaba estar dentro de ella muchas horas más porque estaba consciente de que pronto se iría. Me levantó con las manos, levantó mi polo para besar mis tetas pero poco me importó. La volteé y mordí, apreté ese perfecto trasero hacia mi cara y ella gimió tanto que tocaron la puerta. Los nervios hicieron que nos acomodáramos la ropa y saliéramos.

Ella volvió a desaparecer.

Quiero volver a verte, tengo todo el tiempo del mundo, pero por favor no te tardes Rita.


*Nombre cambiado para proteger a la verdadera inocente.


Escrito por

AliciaDulceAlicia

Hola, me llamo Alicia; sí, como la del cuento.


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